domingo, 26 de agosto de 2012

La Perico Delgado 12-08-2.012

Los días 11 y 12 de Agosto, con la escusa de participar en la XIX Marcha Cicloturista Pedro Delgado, 3 miembros del Club, nos acercamos a pasar un fin de semana lúdico-gastronómico-deportivo por tierras Segovianas.
Esta vez fuimos acompañados de nuestras respectivas mujeres aprovechando que estabamos todos de vacaciones.


Crónica del Comandante Serch.

SABADO:
Salimos pronto por la mañana el Capitán “cuello de goma” (ya se le ha ablandado mucho), un servidor y las contrarias de ambos en el Ferrari del Capitán.
Llegamos al Hotel sobre las 12 y media (a pie del Acueducto), nos fuimos a comer y a visitar La Granja de S. Ildefonso, un paseo por los jardines que están un poco secos por la época en que estamos pero muy majicos, luego comimos un menú allí mismo, en donde gracias a los camareros nos reímos como hacía mucho tiempo, pero eso ya os lo contaremos en directo, una visita guiada al Palacio Real en donde vimos como vivían los Borbones y por la tarde para la Capital.

El pequeño Versalles.
De bajada ya sobre las 7 de la tarde, paramos en el pabellón Perico Delgado donde ya nos esperaba El Pulsaciones que había llegado un poco antes y ya se había hecho una foto con Perico, cogimos los dorsales y como no había nada que ver por allí nos fuimos.

Paseo por el centro de Segovia, Acueducto, Catedral y luego cenamos muy bien en una pizzería del centro (había que meter hidratos).
 
El Acueducto de Segovia.
DOMINGO:
A las 7 de la mañana bajamos a desayunar al comedor del hotel y allí mismo ya nos juntamos con un montón de ciclistas, se empezaba a respirar el ambiente ciclista. El hotel estaba muy cerca de la salida y muchos habíamos cogido el mismo alojamiento. Luego, tras acabar de vestirnos y tras algún despiste y alguna risa que otra, nos dirigimos a la salida en donde estábamos los casi 2.000 "locuelos" dispuestos a hacer los 170 kms. Por cierto, tardamos más de 15 minutos en salir entre el retraso que tuvo la salida, que se colaba todo el mundo por los laterales y que estábamos bastante atrás.
 
Preparados para salir.
Nada más salir, la carretera que va hacia La Granja ya pica para arriba. No es demasiada la velocidad pero enseguida estaba a 150 pulsaciones y no había calentado nada, por lo que creo El pulsaciones ya igual que yo pero seguimos como podemos.
Enseguida vemos a un ya conocido de otras cicloturistas, fotógrafo, reportero y gran ciclista, Juan Carlos Alvaré, de la revista Ciclismo a Fondo, que va con su cámara grabando a los que pasamos por allí, lo saludamos pero como su objetivo es la cámara esta vez se queda grabando a la gente. Ya hemos visto su vídeo en el que salgo saludando a la cámara lo cual se lo agradecemos, además sabemos que es ya conocedor de nuestro Blog por lo que ánimo Juan Carlos y hasta la siguiente.

El Capitán. Foto de Juan Carlos Alvaré.
Ya en el kilómetro 18 subimos el primer y más duro puerto de la jornada, NAVACERRADA, que está bastante más alto que El Portalet (1.880 mts.) y también más duro de subir aunque en solo 17 kilómetros. Andrés se adelanta y ya no lo veremos hasta la cima donde nos esperará, no se baja del 7% y hay bastantes ratos del 8, 9 y 10% pero hemos decidido tomárnoslo con tranquilidad y por allí ya nos juntamos con 2 del Club Ciclista Zaragozano con los que coincidiremos ya durante toda la carrera.

Nuestros compañeros de hoy.
El Pulsaciones viene de la playa de descansar y no aprieta nada subiendo, lo cual me da cierta tranquilidad porque últimamente estaban muy fuertes y creía que me harían sufrir pero hoy lo llevaré mejor.

Al llegar a la cima vemos a Andrés y vamos para abajo. Bajando me quedo solo como en todos los puertos porque El Capitán y el Pulsaciones bajan mejor que yo, pero la bajada es rápida y no les hago esperar mucho, además no hay mucho trozo de recuperación, enseguida empiezan las rampas del siguiente puerto y ya vamos juntos.

La MORCUERA que está como El Portalet a casi 1800 mts. pero con solo 9 kilómetros de subida a una media del 7%. Algún km. suave pero otros a 9% de media con alguna rampa del 12%, también subimos tranquilos, sobre todo porque son puertos de momento algo duros y todavía nos quedan 2, aquí Andrés ya va con nosotros y nuestros compis del Zaragozano. El Pulsaciones sigue notando la playa y por eso subimos tranquilos, pero se conoce y pone un buen ritmo y constante. Eso si, los puertos son bonitos con mucha vegetación y árboles, aunque no tanto como los de la Induráin me dicen mis compis. Arriba estaba el primer avituallamiento sólido, por lo que comimos, rellenamos bidones y tras 5 minutos más o menos seguimos la marcha.

El Capitán abriendo camino.

Tranquilo que queda mucho.
Bajando se vuelven a marchar mis compis pero como en el puerto anterior, bajada muy rápida y enseguida sin recuperación llegamos a Miraflores de la Sierra y de repente oigo a la gente que nos dice, ¡quitar el plato, quitar el plato!, joder una curva cerrada a la izquierda coches ocupando los 2 carriles y un rampón del 13% pero me hacen parar porque no hay hueco para pasar, paso al camión que me tapaba y casi me tienen que empujar un poco para continuar el rampón que durará unos 500 metros. Al final de la rampa me junto con mis compis y empezamos a subir el 3º del día, el puerto de CANENCIA, 11 kilómetros de subida en donde los 8 primeros son bastante llevaderos, porcentajes más bien pequeños y como nos avisaban guardamos un poco para los 3 últimos kilómetros en donde la cosa se puso un poco más dura en torno al 7, 8 y 9 % como en Navacerrada, pero lo pasamos bien. Ya solo nos queda 1.

Aquí no se llanea nada, o se sube o se baja, tras el descenso de Canencia, llegamos a Lozoya y a la 4ª y última ascensión de la jornada, NAVAFRIA, que está a casi 1800 mts. Para que veáis en que altitudes no movimos en toda la jornada. Son casi 12 kilómetros que como ya nos avisan algunos corredores que lo conocían se hacen algo largos y pestosos, el desnivel no es mucho pero ya llevamos 100 kilómetros en las piernas y eso se nota, los kilómetros pasan lentos, El Pulsaciones por esos lares ya nota las piernas pesadas, viene del nivel del mar y le están haciendo subir mucho. El Capitán va sobrao y yo parece que hoy me encuentro bien. Las piernas me están aguantando bien y estoy con buenas sensaciones, así es que al final llegamos arriba en donde solo hay avituallamiento líquido, por lo que rellenamos bidones (agua porque no hay otra cosa) y nos lanzamos para abajo.

El Comandante Serch en Navafría.
Vaya postal.
Nos faltan unos 40 kilómetros que serán de continuos subes y bajas que hay que controlar porque las piernas vienen ya cargadas, la carretera es ondulada y lo mismo ruedas rápido que de repente te vienen 300 metros de cuesta que hacen cargar las piernas, pero nos juntamos unos 10 o 12 que decidimos darnos relevos tranquilos y lo llevamos bien. Poco a poco nos juntamos más corredores y los relevos ya no se hacen igual y además cuando quedan unos 12 kilómetros llegando otra vez a La Granja, hay una cuesta bastante empinada de unos 500 metros en donde un grupo sube muy rápido, el Capitán se lanza detrás de los primeros, yo aún con fuerzas decido probar y voy también, al Pulsaciones no lo vemos, pero no se puede ni mirar para atrás, unos 3 o 4 ingleses cogen la cabeza y a más de 45 por hora en un terreno que sigue ondulado tiran como balas. El Capitán da relevos, yo también y otro que tiene fuerzas también, así llegamos a la meta en 6 horas y media y 3 minutos más tarde llega el Pulsaciones que se había quedado cortado en la cuesta de La Granja y no pudo engancharse.

Serch con Perico.
Pero bueno, cuentas que salimos 2.000, casi 300 se retiraron y de los 1.700 restantes nosotros llegamos los 1.200 bueno pues no está mal no?? jjjj luego por la noche dimos cuenta de unos buenos judiones y un buen cochinillo por su sitio para acabar con un postre muy típico de allí que es el ponche Segoviano para recuperar todas las fuerzas perdidas y alguna más.



Crónica de El Pulsaciones.

El sábado por la mañana, doy por concluidas mis vacaciones playeras y viajo, junto con mi familia, dirección Madrid para comer en casa de mis cuñados. Por la tarde saldremos hacia Segovia, donde he quedado con mis dos compañeros de fatigas. El fin de semana lo pasaremos allí, "disfrutando" de la bici, la ciudad y sobre todo de su gastronomía.

A las 19,00 h y tras dejar los “trastos” en el hotel, me paso por el Pabellón Pedro Delgado para recoger las inscripciones. El Comandante Serch y el Capitán Cuello de Hierro, acuden desde la Granja de San Ildefonso después de hacer un poco de turismo cultural con sus respectivas mujeres. Yo ya estuve hace unos años por allí y la verdad es que es un sitio precioso.

Mientras espero a estos “filibusteros”, aprovecho para saludar a Perico y hacerme una foto con él.
Con Perico Delgado
En el pabellón, nos encontramos con Juan Carlos Alvaré de la revista Ciclismo a Fondo. Coincidimos en La Moncayo 4 cimas y es un placer poder saludarle y charlar un ratito con él. Una vez recogidos los dorsales y de dar una vuelta por el centro de Segovia para ver el Acueducto y callejear un poco hasta la Catedral, nos vamos a cenar a una Pizzeria que nos han recomendado. Hay que meter hidratos al cuerpo para mañana.

Juan Carlos con su inseparable cámara

Recogiendo los dorsales. Foto de Juan Carlos Alvaré.
El domingo, desayunamos en el hotel antes de salir para la línea de salida. El comedor esta lleno de ciclistas y ya se respira el ambientillo. Estamos alojados a escasos 200 metros del Acueducto desde donde parte la cicloturista. La prueba empieza a las 8,00 h. pero entre que no tenemos mucha prisa y que “alguien” tiene un despiste, ja,ja,ja,ja, llegamos a la salida 10 minutos antes de que se ponga en marcha la cosa. Estamos bastante atrás y tardaremos un buen rato en movernos porque hay mucha gente que se cuela por los laterales. La recta de salida no está vallada y la peña en vez de ponerse en la fila se queda por los estremos para meterse literalmente con calzador por los lados. ¡Que poca consideración! Deberían de tomar nota de esto para próximas ediciones.

Intentando salir del embudo. 
Empezamos neutralizados hasta la Granja de San Ildefonso, pero el pulso lo llevamos ya muy alto nada más comenzar. Esta carretera pica para arriba desde el principio y como queremos remontar alguna posición para coger un grupillo bueno, ya vamos a mil sin poder calentar antes un poco.

Cuando llegamos a la rotonda de La Granja, giramos a derechas y nos disponemos a empezar a subir el primer puerto del día, Navacerrada. Es bastante duro, con rampas del 8, 9 y 10% pero como es el primero, se lleva mas o menos bien. No se como voy a responder porque vengo de estar 15 dias tumbado en la playa, así que decido desde el principio tomarme con mucha tranquilidad la subida. Después, ya veré a ver como voy.

Una de las 7 curvas de Navacerrada.
Por el camino, saludamos a uno de los protagonistas del reportaje que han hecho este año de la Quebrantahuesos. Es el jubilado de Algeciras (marino mercante). Le felicitamos por lo chulo que quedó el reportaje y seguimos para arriba.
Al poco rato, nos juntamos con un par de ciclistas de nuestra ciudad. Son del Club Ciclista Zaragozano y a partir de ese momento, serán nuestros compañeros de ruta toda la mañana.
Cuando llegamos arriba, el Capitán que subía un poco más fuerte y se había adelantado a su ritmo, nos estaba esperando para seguir ruta. Comentamos la altitud en la que estamos, 1.860 metros. Parece que si no estas en los Pirineos, no vas a encontrarte tan alto en un puerto y nada mas lejos de la realidad. La sierra madrileña engaña y no vamos a bajar de los 900 metros en todo el recorrido.
No me extraña que muchos corredores profesionales, se peguen un mes concentrados por esta zona para hacer entrenamientos de altura.

Empezamos el descenso dirección Cotos y lo que al principio parecia que era prácticamente liso, después se convirtió en una bajada rápida pero no muy técnica, por lo que más o menos llegamos los 3 prácticamente juntos a la localidad de Rascafría. Si podeis, visitar el Monasterio del Paular. Merece la pena.

Pasamos el pueblo e inmediatamente comenzamos a subir el segundo puerto del día, La Morcuera. Esta cara por la que subimos, es más larga pero “menos” fuerte que la cara que se sube por Miraflores de la Sierra. Aún así, no es ninguna broma la subidita de marras. Los primeros 5 km son bastante “pestosos”. Además vienes con las piernas frías del descenso de Cotos y hasta que coges otra vez ritmo cuesta un poco.
Aquí ya empezamos a notar el calor que empieza a hacer. No es excesivo pero la temperatura ya comienza a ser alta. Normal, en Agosto que quieres, ja,ja,ja,ja.
Subimos los 3 juntos metidos en un pelotón bastante numeroso. El Capitán se pone a hablar con un ciclista que lleva un maillot de Carmona y cuando este le responde de usted, nosotros nos partimos de risa. Si es que al abuelo hay que tenerle un poco de respecto, ja,ja,ja,ja.

Subiendo a la marcheta.
 
Morcuera.
Llegamos arriba donde está situado el primer avituallamiento sólido. Paramos 5 minutos a reponer fuerzas y empezamos a descender desde los 1.795 metros a los que se llegan. Empezamos con precaución porque nos han avisado de que ha habido un accidente bastante serio en la bajada. Nosotros no vemos nada así que nos tiramos para abajo.
El ritmo de esta bajada ya es más alto porque las pendientes son más pronunciadas, pero hay que tener mucho cuidado porque hay bastante tráfico de subida. Es un sitio bastante transitado los fines de semana.
Le sacamos un poco de ventaja a Serch. Las bajadas no son su fuerte, pero enseguida nos cogerá subiendo las primeras rampas de Canencia, el tercer puerto del día.

Siguiendo la estela del Capitán.
Cuando llegamos a Miraflores, hay un cruce a izquierdas donde de golpe y por sorpresa se empieza a subir este puerto. Hay mucha gente avisando para que quitemos el plato grande. La primera cuesta de unos 500 metros es al 13%. ¡Madre mía que calentón otra vez con las piernas frías!
En esta cicloturista no hay tiempo de calentar. Tan pronto subes como que bajas pero no hay un terreno de transición entre puerto y puerto para rodar un poco.

Canencia es más corto que el resto de puertos, y los primeros kilómetros son mas suaves aunque aquí ya empiezo a notar síntomas de que hoy voy a sufrir más de la cuenta. Normal, después de estar 15 días tocándome los c...... en la playa, hoy voy y me meto 170 km entre pecho y espalda a una altitudes que están muy lejos de lo que está acostumbrado mi cuerpo estos días. ¡Que dura es la vida del cicloturista! Ja,ja,ja,ja,

Mis compañeros de ruta, tienen compasión de mí y en ningún momento me dejan tirado. Andres sube silbando y como siempre, entablando conversación con todo el mundo. Es habitual en él. Tu vas jodido dando cabezazos a los lados de la carretera y él no para de hablar, ja,ja,ja,ja. Como bien dice “chico, cada día me lo paso mejor”. 
Sergio hoy se encuentra a gusto. Tiene buenas sensaciones y sube bastante cómodo. No tiene síntomas de calambres ni nada por el estilo, ¡Bien! Últimamente le daba problemas este tema.

Nos acercamos a los últimos 3 kilometros de subida donde aquí la cosa se pone difícil. Los porcentajes son parecidos a Navacerrada pero con las fuerzas más justas. Ya llevamos muchos kilómetros y se nota en las piernas.
Llegamos arriba y paramos en el avituallamiento líquido para rellenar bidones y descansar unos minutos, pero enseguida empezamos el descenso. Esta bajada ya es más técnica. Hay más curvas y la carretera es estrecha. Me pongo detrás del Capitán y nos lanzamos para abajo. La verdad es que disfrutamos mucho bajando. Tanto o más que subiendo. Algun día nos daremos un tortazo que ya veras.

Llegamos a Lozoya donde cogeremos un cruce que nos lleva al cuarto y último puerto del día, Navafría. Ahora viene lo peor. Este puerto al principio no tiene grandes desniveles, pero se hace largo de narices. Son 11 kilometros que se hacen interminables. Voy bastante castigado ya y no se si voy a poder subir con mis compañeros o me quedaré cortado a las primeras de cambio. ¡Me están haciendo subir mucho! ¡Que bien estaba en la playa! Ja,ja,ja.
Durante la ascensión, se ve un paisaje del valle de Lozoya precioso. Otra vez llegamos a una altura considerable, 1.760 metros, por lo que las vistas son muy bonitas.

Navafría. ¡Que duro se me hizo!
A partir de aquí, y tras otro descenso bastante rápido, nos quedarán unos 40 kilometros que no van a ser para nada favorables. Me acuerdo de los Puertos de la Ribagorza que mas o menos te queda lo mismo para acabar cuando subes el último puerto, pero esta vez el terreno es bastante más duro. Rompepiernas continuo que a no ser que vayas con un grupo, puedes acabar de pagarlo porque además te va pegando el aire de cara.

Nos juntamos unos cuantos y hablamos para hacer relevos cortos de a uno pero a un ritmo que podamos llevar todos. Durante un tiempo la cosa va bastante bien hasta que se nos va juntando gente por el camino y la cosa empieza ya a descontrolarse.
Los relevos son a tirones y ya no podemos colaborar todos. Prefiero quedarme a rueda porque además de no poder seguir pasando a relevar, empiezo a ver que nos podemos dar una buena galleta. Hay un desorden bastante considerable y la gente se amontona arriba. Además nos pasan los coches muy cerca y no quiero acabar en el Hospital.

Cuando quedan unos 12 kilometros para llegar, nos avisa un chico que conoce la ruta que hay un cuestón antes de llegar a La Granja de S. Ildefonso (se vuelve por otro sitio que a la ida) que puede acabar por romperte las piernas. Efectivamente, los de adelante tiran muy fuerte y acabo cortándome del grupo.
Recupero como puedo y me junto con varios después de la rotonda que nos llevará a la meta. Aún quedan unos 6 kilometros que se hacen eternos.
Llego con 3 minutos de diferencia con respecto a mis compañeros, que me estaban esperando en la llegada, pero he acabado. Otra más para contar.

Prueba superada.
Nos vamos directamente a la zona de hidratación de Mahou, nos tomamos un par de cervezas y a comer. Antes nos hacemos otra foto con Perico, esta vez vestidos con el uniforme reglamentario, y después de recoger el diploma damos por concluida la jornada en lo que a bici se refiere.

Como he disfrutado viendo correr a este hombre.
Recogida de diplomas. Foto de Juan Carlos Alvaré.
Aún nos queda terminar el día con otra maratón gastronómica. Judiones y cochinillo en la cena para recuperarnos del esfuerzo de la mañana. Nos vamos a la cama con 3.000 kalorias más de las que hemos perdido en la bici. ¡Viva la dieta mediterranea!

No hay comentarios:

Publicar un comentario