CRÓNICA DE
UNA MUERTE ANUNCIADA.
Que no
sirva de precedente, pero voy a contar la aventura del fin de semana.
Día 17
junio, 10 de la mañana, quedamos en la gasolinera de la carretera de Huesca
como siempre. Los altos mandos tarde, cosa extraña. Llegamos a Sabiñanigo con
un día raro de estos de agua y sol a la vez. Napo y Serch deciden irse en bici
a recorrer por lo menos 700 metros, Jorge y yo nos damos unas vueltas por todos
los stands ” a gastar pasta ”.
Poco a poco
van llegando los Almogávares.
Vamossssssssssssssssssssssssssss
Las foto de
rigor de todos los años, aunque el comandante Serch cada vez con menos pelo y
Javier…………….. otro día.
Día 18 de
junio, 5 de la mañana. Suena el despertador para Jorge y para servidor y empezamos con la
rutina de todos los años. Nuestra sorpresa fue que en el salón había dos
Almogávares en los sofás
durmiendo (Javier Napolitano Y Carlos y su camión). Por la noche debió haber
sonidos raros que
propiciaron la bajada. Arriba dormían Sergio y Cesar, no digo más
zzzzzzzzzzzzzzz.El dilema del día, ¿qué cojones nos ponemos? Los frioleros como yo de todo y los machotes como Jorge, casi salen en pelotas. Nos hacemos la foto de rigor y a la aventura.
Jorge y yo
nos vamos a nuestros cajones correspondientes mientras todos los demás se van organizando
para quedar en la salida, con un frio de cojones. En la salida me junto con
Jose
Milla y ya
se la rueda a la que hay que seguir.
Dan la
salida y me pego a él, pasamos a todos los de la Peña Edelweiss y empiezo a ver dorsales de
gente de 6 h a 6.30 h. Con un ritmo
infernal van pasando los kilómetros, el grupo de los favoritos se va y me quedo
en el tercer grupo de la carrera. Llegan los últimos 5 kilómetros del Somport y
la cosa ya va en serio. Se empiezan unos a irse, otros me pasan y paso alguno
de vez en cuando. Conseguimos llegar al final un grupo de unos 40 tíos y mi
sorpresa es que se bajan de la bici y dicen que se vuelven. Yo paro y decido no
pasar el punto de control ya que pensaba que si lo pasaba, la familia podía
pensar que había seguido adelante y aun no lo tenía claro. Decido parar y a los
4 minutos viene nuestro presi Jorge que decide tirarse para abajo. Yo dudo pero
yo no tengo la maestría de él bajando y decido esperar a mi gente. Empiezo a
bajar hacia abajo y viene Reyes, lo paro y decide seguir. Sigo esperando y el
tiempo se hace interminable, un frio de cojones.
Mi paso era
de 1.41 en el Somport. Llevaba casi 2 minutos menos que el año anterior. Por
fin
diviso a
Sammy, Jose Manuel, Nacho y Manuel. Después de una pequeña deliberación decidimos
tirar para adelante, pasábamos casi en 2.07 pon el punto de control.
Una vez
pasado el punto de control volvemos a parar y a deliberar otra vez. Decidimos
Jose
Manuel,
Manuel, Nacho Y Sammy tirar para abajo, el tiempo se hace interminable.
No
conseguimos enderezar la bici, no se puede frenar y no veo una mierda debido a
la lluvia,
seguimos
seguimos…………………………
Ha sido la
bajada más dura de mi vida. Ni podía frenar, ni hablar ni na de nada. Cogemos a
Reyes y nos
dice que se va, el pobre va en pantalón corto y sin chaqueta de invierno. Otro
tío
con 2
cojones. Bajamos hacia el temible Marie Blanque temblando y nos quedamos todos
menos Manuel que decide irse del grupo.
En las
faldas del Marie Blanque decido irme ya que llevo las llaves del apartamento y
Jorge puede que nos lleve ya 1 hora y no sé lo que ha pasado por detrás y
tampoco se el tiempo que hace en Sabiñanigo. Subo el Marie Blanque mejor que
nunca, paso a decenas de gente y con
sensaciones
muy buenas. En la bajada el frío aprieta otra vez y mi cuerpo empieza a no sentirse
bien. En la subida del Portalet, los primeros 3 kilómetros muy bien pero a
partir de ahí las piernas
se bloquean no sé si por culpa de la mente o por culpa de que no bebí casi agua
y estaba un
poco deshidratado, con ganas de acabar ya que el objetivo de este año se había esfumado ya
a las 7.30 de la mañana. Me dirijo hacia Sabiñanigo, no todo es malo a 6
kilómetros me encuentro a mi gran amigo Sebas que se pegó el colega cerca de 4
horas esperando a que pasara el último Almogávar. ¡Ah! este año se compra bici de carretera
jajajaja, más comida para los buitres……..
Por fin veo
la meta, pero está toda la banda esperando en la curva de entrada y con 2
cojones
paré a 200
metros de la meta y me casque un trago de cerveza antes de entrar.
En
definidas cuentas, buen fin de semana por la compañía y malo para la bici.
Mención
especial:
Al que se le echo de menos.
Al tío más raro con su mostacho.
Al valiente.
Premio de Almogávar del mes para Sebas “gracias
por estar ahí”. Casi lloro de emoción.
Y para
todos los demás a seguir saliendo en bici y al año que viene más y mejor.
Gracias chicos por hacerme la vida más
guay.
Aúpa los Almogávar